A la hora de determinar la duración de un contrato de arrendamiento, nos encontramos con que si preguntamos a amigos o familiares, muchos de ellos nos dirán que tienen duraciones completamente diferentes. Uno lo tendrá por un año, otro por dos, otro por tres…así que al final nos quedamos con la misma duda ¿Cuál es la duración adecuada para un contrato de alquiler?
La duración de un contrato es la que libremente se quiera pactar entre las partes del contrato. Aún así, lo habitual es que los contratos se firmen por una duración anual. Al vencimiento de ese año los arrendatarios, y sólo ellos, tienen derecho a prórrogas anuales hasta alcanzar los contratos los tres años de duración. Estas prórrogas además son obligatorias para los propietarios y que pueden eludirlas, salvo alegando una causa de necesidad para recuperar las viviendas o por fallecimiento del arrendador cuando este es el usufructuario que alquila la vivienda.
Puede hacerse un contrato de tres años desde el primer momento, pero no es lo normal. Los inquilinos saben que firmando el contrato por un año, pueden llegar, a través del mecanismo de las prórrogas obligatorias, a estar hasta tres años en las viviendas. Sería muy raro que los inquilinos se comprometan a firmar de inicio por un período de tres años. Una manera de hacer que los inquilinos les interese comprometerse a firmar contratos por más duración desde el inicio es ofrecerles una renta más competitiva. Esto es muy interesante como argumento comercial para los propietarios, porque la mejor rentabilidad de sus alquileres la van a obtener siempre con la mayor permanencia de los inquilinos en las viviendas que ocupan.